La interacción humana y la proximidad física en un mundo altamente tecnificado

El mundo de hoy luce notablemente diferente al de las últimas dos décadas. Al igual que lo hizo una pandemia, la tecnología ha provocado un cambio radical, invadiendo el lugar de trabajo a una velocidad inimaginable. En este sentido, las organizaciones requieren procesos más eficientes de intercambio de conocimiento, donde la interacción humana, la comunicación y la resolución de problemas para innovar, cocrear y sobrevivir toman relevancia.

 

El uso de la tecnología, específicamente la irrupción de la inteligencia artificial (IA), por sí solo no es suficiente para beneficiar directamente a las empresas. Se requiere que aporte valor creando capacidades organizacionales irremplazables e imitables con una alta intervención de las personas para generar los algoritmos adecuados.

 

La IA, con su potencial para empoderar a los trabajadores, proporciona dos tipos de resultados: ‘resultados de decisión’, cuando una conclusión algorítmica se basa en los datos recopilados y ‘resultados de solución’, que consideran acciones alternativas para resolver un problema basándose tanto en explicaciones conjeturales como en la minería de datos. Sin embargo, la adopción de la IA también plantea desafíos importantes, como la posible pérdida de la interacción humana y la necesidad de desarrollar nuevas habilidades para trabajar en un entorno cada vez más tecnológico.

 

Las interacciones presenciales son fundamentales para construir y mantener redes de innovación social eficaces, generando la confianza, el respeto y el compromiso necesarios para la interacción continua y el intercambio de conocimiento, incluso en organizaciones con presencia global, geográficamente dispersas. La adopción de IA podría perjudicar la forma de trabajar colectivamente en el intercambio de conocimiento, ya que implica un proceso que abarca sus emociones y cogniciones en un formato no codificable, sin necesidad de mayor descripción, cálculo o explicación.

 

Por tanto, la verdadera pregunta es cómo las empresas pueden mantener el proceso de intercambio de conocimientos cuando la tecnología cobra protagonismo, avanzando con tanta rapidez, como lo está siendo la adopción de la IA y, al mismo tiempo, cuando sigue existiendo una necesidad inextricable de innovar.

 

El intercambio de conocimiento basado en actividades centradas en las personas, como lo es la socialización, es visto como un proceso estratégico que otorga a la organización la capacidad de asimilar nuevos conocimientos para fomentar la innovación o lograr la eficiencia operativa, recordando el alto componente personal en la combinación de conocimientos tácito y explícito.

 

Por lo tanto, las organizaciones deben promover las interacciones sociales repetidas y la proximidad física para maximizar la transferencia de conocimiento tácito. Este tipo de interacciones facilitan la difusión de conocimiento, fomentan la generación espontánea de soluciones e ideas, fortalecen los vínculos sociales entre colegas, mejoran la calidad de la comunicación y soportan la consecución de objetivos compartidos. Si bien la proximidad física no es una condición previa suficiente ni necesaria para el intercambio de conocimiento, las formas relacionales de proximidad pueden facilitar la comunicación entre los actores claves: fuente y receptor.

 

En este contexto, el uso más fundamental de la IA para el intercambio de conocimientos reside en su contribución a la inteligencia colaborativa, algo inalcanzable con los sistemas de bases de datos tradicionales. La IA puede ayudar a estimular el pensamiento creativo, crear una memoria compartida entre los miembros del equipo y facilitar la retroalimentación y la revisión por pares. Estas funciones inteligentes se integran cada vez más en sistemas de comunicación empresariales o personales como Slack o Yammer, ofreciendo más que un simple canal de comunicación para conectar a los colaboradores.

 

El intercambio de conocimiento tácito constituirá un desafío para los profesionales de la IA que no sean lo suficientemente extrovertidos como para compartir sus propias experiencias, y las organizaciones no sean lo suficientemente abiertas como para fomentarlo. Las personas necesitarán la capacitación y el apoyo de una cultura organizacional que promueva el intercambio de conocimiento.

 

Es así como, el entorno laboral actual invita tanto a líderes como colaboradores a conducirse de forma interrelacionada y contar con un conjunto de habilidades para conectar, cooperar y comunicarse dentro de la organización facilitando no solo la innovación, sino la aceptación de los cambios estructurales que trae consigo la coexistencia de la toma de decisiones humana y los procesos autónomos de los robots.

 

Hoy más que nunca, las organizaciones deben desarrollar nuevas habilidades para adaptarse a la evolución de las tecnologías digitales. La IA impacta la gestión de la innovación al complementar la toma de decisiones humana, aumentando tanto la racionalidad perceptual del individuo con datos, como la creatividad con metodologías específicas. La relevancia de la dimensión ‘humana’ en la visión estratégica de la IA reside en el ‘redescubrimiento de las personas’, por lo que las organizaciones deben considerar la implementación de tácticas de socialización para mejorar el entorno de las personas en este mundo artificial y altamente tecnológico.

 

Por: Laura Zapata Cantú

Septiembre 30, 2025

 

Fuente: https://forbes.com.mx/la-interaccion-humana-y-la-proximidad-fisica-en-un-mundo-altamente-tecnificado/

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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