“Solo nos quedan nueve años para alcanzar los ambiciosos Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU que fijamos para 2030. Así que es urgente que aceleremos el progreso hacia este objetivo. Y las empresas pueden y deben hacer más”.
Fabrizio Ferraro, profesor del IESE.
Pero ¿qué quiere decir “más” para los directivos de las empresas? Nuestros profesores ponderan las principales tendencias empresariales relativas a la sostenibilidad para 2022:
10 tendencias de negocios en sostenibilidad para un mundo mejor
- Prepárate para crecer.
El crecimiento económico es, en sí mismo, uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU. “2022 va a ser un año de crecimiento muy fuerte para la economía mundial”, afirma la profesora Núria Mas, que prevé una expansión mundial de casi un 5%, lo que devolvería el PIB a los niveles anteriores a la pandemia. ¿Los posibles riesgos? Que el mundo en desarrollo (excluyendo a China) se quede atrás en el crecimiento debido a las bajas tasas de vacunación, y que las continuas interrupciones en la cadena de suministro mundial puedan desbaratar las economías.
- Adopta una mentalidad de liderazgo sostenible.
El liderazgo sostenible exige que todo líder “piense en su papel, no solo como líder en un espacio limitado, sino también como ciudadano del mundo con un impacto más a largo plazo en la sociedad y el planeta”, dice el profesor Yih-Teen Lee. Lee lo desglosa en cuatro habilidades esenciales:
- Desarrollar una visión para la empresa a largo plazo
- Cultivar una conciencia en la toma de decisiones más allá de lo inmediato
- Armarse de coraje para hacer frente a las partes interesadas que puedan objetar al cambio
- Establecer conexiones más allá de la esfera inmediata.
- Identifica lo que tu empresa puede hacer.
No hay una talla única para la sostenibilidad. Cada empresa debe analizar quiénes son sus clientes, quiénes sus grupos de interés, dónde desarrollan su actividad y cuál es su marco legal, y a partir de ahí pensar en profundidad cómo descarbonizarse. “Cada empresa se encuentra en una etapa distinta. Cada empresa está en un lugar diferente”, dice el profesor Mike Rosenberg.
- Establece objetivos ambiciosos y con base científica.
Puede parecer fácil proclamar que tu empresa será cero-neta en un futuro remoto, pero lo cierto es que no se trata de eso. Se trata, en cambio, de establecer objetivos realistas, con base científica y factibles. Dichos objetivos deben comunicarse con claridad y transparencia a todas las partes interesadas, porque los consumidores así lo exigen a las empresas.
- Pasa de la estrategia a las operaciones.
Además, la decisión estratégica de reducir la huella de carbono de tu empresa debe traducirse en un cambio concreto y operativo. “Las operaciones son precisamente las que ayudan a las empresas a aplicar la estrategia en sus acciones cotidianas”, afirma la profesora Anna Sáez de Tejada Cuenca.
- Incorpora la economía circular.
No todas las empresas pueden ser enteramente circulares, pero sí buscar maneras de gestionar mejor sus residuos, asegurarse de que sus productos sean duraderos y reutilizables, evaluar si existe un mercado para los productos reacondicionados, estudiar si pueden implantar un programa de recogida o reciclaje, etc. “Las empresas deben pensar en cómo aplicar los principios de la economía circular en su día a día”, dice Sáez.
- Depura tu cadena de suministro.
Las interrupciones producidas en 2021 han generado muchas dudas en torno a la cadena de suministro mundial para 2022. Pero, más allá de eso, las empresas deben mantener la atención en sus cadenas de suministro. El reto tiene dos caras:
- Las empresas deben saber con exactitud quiénes son sus proveedores, algo que parece sencillo, pero que en las complejas cadenas de suministro globales donde intervienen subcontratistas puede resultar complicado.
- Las empresas deben estar preparadas para comunicar públicamente quiénes son sus proveedores. “De forma creciente, los consumidores y el público exigen a las empresas rendir cuentas de lo que ocurre en toda su cadena de suministro”, afirma Sáez.
- Invierte en innovación.
Gran parte de la tecnología necesaria para una transición ecológica todavía no se han desarrollado. Las empresas consolidadas podrían tomar la delantera a la hora de invertir en innovación y de colaborar con startups a la vanguardia. “Muchos de los retos necesitarán de nuevas tecnologías, nuevos modelos de negocio y nuevos hábitos. Para marcar la diferencia, necesitamos que las grandes compañías y startups innoven”, asegura Ferraro.
- Prepárate para un superciclo de materias primas.
La transición ecológica podría provocar lo que se conoce como un superciclo de materias primas -un aumento en la demanda de ciertas materias primas de proporciones históricas, como el que se produjo durante la industrialización de Estados Unidos o la reconstrucción de Europa después de la guerra-. Las empresas deben estar preparadas para este posible escenario. “Los superciclos se producen cuando hay un cambio estructural muy importante en la demanda de algunas materias primas. La transformación hacia una energía verde, más sostenible, podría provocar eso”, dice Mas.
- Asegúrate de ser inclusivo.
Uno de los retos de la transición es asegurarse de que no sirva para acentuar las desigualdades existentes. Porque, si se excluye a muchas personas de los nuevos modelos, la actual corriente de apoyo público a la sostenibilidad se evaporará. “Si no tenemos en cuenta a los que se están quedando atrás, si no consideramos el coste de la transición junto con los beneficios, la resistencia será mayor”, apunta Mas.
A fin de cuentas, empresas y gobiernos no deben olvidar que la sostenibilidad tiene que estar enfocada a mejorar la vida de las personas.
Fuente: https://www.iese.edu/standout/es/tendencias-negocios-sostenibilidad/