Pareciera que han pasado siglos de ese liderazgo modo capataz, en que quienes guiaban a equipos de trabajo y empresas enteras, tenían un estilo enfocado únicamente a resultados bajo la idea de “el número, cueste lo que cueste”.
Y si bien a través de los años esta visión se ha transformado de manera drástica hacia una visión hacia el factor humano y sus requerimientos, lo cierto es que la pandemia puso a prueba este enfoque -con situaciones a veces limítrofes- en que nos cuestionamos si era suficiente lo que se estaba haciendo en términos de cuidar y atender al talento de nuestras empresas.
¿TU EMPRESA TIENE HIPOTERMIA?
Hagamos un breve chequeo analizando cuáles de estas características se viven en tu organización:
- Ambiente frío
- Líderes insensibles
- Entorno organizacional más de individuos que de equipos
- Cultura deshumanizada
- Más castigos que reconocimientos
- Aletargamiento
- Dolor ante el movimiento
- No hay calidez
Hoy por hoy, el LIDERAZGO DE BIENESTAR no es solo un concepto aspiracional o palabrerías para obtener buenos resultados en las encuestas de clima. La realidad nos ha obligado a reconocer que los líderes deben trabajar de manera consciente en un liderazgo que agregue valor a la productividad y a los indicadores del negocio, en conjunto con una postura clara y comprometida con sus equipos de trabajo y su bienestar.
Tenemos dos años en que se nos ha puesto un enorme reto en cuanto a trabajar bajo presión y la resiliencia a prueba de balas que esto nos demanda… ¿qué han hecho diferente en tu empresa para atender a los colaboradores y proveer una cultura de bienestar que marque una clara diferencia antes y después de la pandemia?
Por: Mónica Huacuja