El 2020 nos obligó a hacer un salto al mundo virtual sin pensar en las consecuencias y efectos que podía generar en las personas, tanto a nivel personal como profesional.
Parte de los problemas que vemos en los empleados por el home office o trabajo remoto llevado al extremo es la rotación de personal, desmotivación o pérdida del foco. Sufrir por la fuga de talento y contar con personas desmotivados o sin concentración puede transformarse en un problema mayor para las organizaciones.
Sin embargo, debemos tener presente que un aumento de salario puede no ser la solución de raíz del problema de estas categorías. También hay que ser conscientes de que la realidad económica post pandemia aún no les devuelve la libertad financiera a todas las compañías para realizar este tipo de ajustes. Por esta razón, es mandatorio incorporar nuevas acciones y beneficios que funcionen como un efecto multiplicador del bienestar de los colaboradores.
Durante los últimos años se ha visto que las empresas incorporaron planes como incentivar la actividad física o atención psicológica, sumado a apoyos por trabajar desde casa, ya sea con dinero o herramientas, pero es necesario llevar estas acciones al siguiente nivel.
Según el estudio “Estrés Laboral en México 2021”, presentado por la Asociación de Internet MX y OCCMundial, el 60% de los trabajadores encuestados tiene estrés laboral y casi la mitad de ellos no realiza ninguna actividad para bajarlo o controlarlo.
Por eso, cuando hablamos de empresas de bienestar, nos referimos a organizaciones que comprenden y entienden a sus colaboradores más allá de la compensación monetaria. A nivel psicológico, incorporar políticas de asesoramiento psicológico por el encierro y “volver a salir”, y acompañamiento terapéutico para quienes superaron el COVID-19.
Aunque un punto que muchas empresas pasan por alto es el extra que pueden dar con su cobertura médica y los beneficios que pueden funcionar como incentivos para que el empleado tenga hábitos saludables. Contar también con líderes que motiven e incentiven la sana convivencia e integración de los equipos en la oficina física, virtual o híbrida. Lo importante aquí es transmitir esta empatía e interés desde la empresa hacia cada colaborador.
Este tipo de acciones generará impactos positivos que se podrán traducir en colaboradores motivados con ganas de trabajar, innovar, y sobre todo, con un compromiso reafirmado hacia la compañía. Beneficia a la imagen empresarial o “marca empleador”, lo que se traduce en transformar a la organización en un lugar atractivo para atraer y retener el talento de calidad.
Por: Matías Carrocera
16 febrero 2022
Fuente: https://expansion.mx/opinion/2022/02/16/empresas-bienestar-historia