El cambio es una constante humana, ya lo decía Heráclito hace veinte siglos, pero lo que el sabio griego no podía ni siquiera intuir entonces es la velocidad de vértigo a la que se sucederían esos cambios hoy. La tecnología evoluciona tan rápido que cada avance se queda casi obsoleto de un día para otro y, en ese contexto, el mundo laboral se ve obligado a adoptar nuevas tecnologías, nuevas formas de trabajar y nuevas formas de interactuar. ¿Cómo hacerlo con garantía de éxito? La gestión del cambio es la respuesta.
QUÉ ES LA GESTIÓN DEL CAMBIO
La gestión del cambio busca facilitar y conseguir la implementación exitosa de los procesos de transformación, lo que implica trabajar con y para las personas en la aceptación y asimilación de los cambios y en la reducción de la resistencia a los mismos. La transformación digital ha revolucionado la cultura de las empresas y este proceso es, por tanto, la respuesta a la necesidad de afrontar transformaciones rápidas e importantes. Las más frecuentes son: cambios tecnológicos, cambios en el modelo de negocio, cambios a nivel organizacional y de procesos, etc.
POR QUÉ ES IMPORTANTE LA GESTIÓN DEL CAMBIO ORGANIZACIONAL Y PERSONAL
Las consecuencias de las transformaciones siempre recaen sobre las personas, el principal activo de las compañías, y por ello es imprescindible contar con su concurso. Las personas, por regla general, suelen ser reacias a los cambios por la inseguridad y la incertidumbre que generan. La capacidad para saber adaptarse y gestionar los cambios es un claro indicador de liderazgo profesional porque en el contexto actual los líderes deben actuar como agentes de cambio.
Las personas que toman conciencia de la necesidad del cambio organizacional aumentan su compromiso con la compañía y con el éxito del proceso, demuestran que son capaces de afrontar nuevos retos y desarrollan una mayor autoconfianza. Para ello, a nivel organizacional es necesario fomentar la confianza en la Dirección, generar un flujo de información constante y crear un ambiente que convierta al resto de compañeros en una buena influencia.
Al mismo tiempo, una adecuada gestión de los sentimientos de resistencia al cambio se torna fundamental para evitar consecuencias negativas tanto para los empleados —frustración, inestabilidad emocional o estrés— como para las organizaciones —menos productividad, incumplimiento de los objetivos o mal ambiente—, y para consolidar un cambio rápido, efectivo y duradero. Las empresas deben ser muy conscientes de la importancia de gestionar el cambio para reducir el impacto sobre los empleados.
La proactividad de las organizaciones a la hora de enfrentar los cambios determinará que una compañía sea capaz o no de adoptar un nuevo proceso o sistema. Para las empresas, por tanto, la gestión del cambio ayuda a agilizar las transformaciones y, en consecuencia, a incorporar dicha capacidad como seña de identidad de cara al futuro. También reduce los incidentes que puedan afectar a la eficiencia económica del proyecto, impulsa las relaciones y las comunicaciones internas y refuerza el sentimiento de pertenencia del capital humano.
Fuente:
En elhu consulting estamos consicentes que sabes la importancia de gestionar los cambios, pero muchas veces no se sabe ni por dónde empezar.
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