Resiliencia de una organización: Su capacidad para planificar y adaptarse a los cambios, a las rupturas bruscas y a la desorganización, a través de la anticipación, la prevención, la protección, la capacidad de respuesta y la capacidad de recuperación. De este modo, simplificándolo al extremo, podemos definir la organización de cultura de resiliencia: como la organización formada por miembros de comportamiento resiliente. En los que la confianza vence al miedo, la flexibilidad elimina la rigidez y el compromiso anula al desacuerdo. (“Cultura de Resiliencia en las Organizaciones” José Luis Alonso González, Sept. 2015).
En términos generales, cuando se habla de resiliencia, la mayoría lo asocia con algo netamente personal, como una habilidad en la que se debe trabajar desde lo individual. Sin embargo, y más ahora con tantos cambios e incertidumbre que vivimos por la pandemia, el hablar de resiliencia también toca el ámbito organizacional… o al menos así creemos que debería ser.
Hemos sido testigos del lamentable cierre de innumerables empresas (sobre todo pequeñas y medianas) que sufrieron de manera fatal los efectos económicos y de negocios en este 2020-2021. De manera paralela, muchas otras empresas sufrieron muchos cambios que las afectaron en muy diversos sentidos y con distintas intensidades, pero de una u otra forma están sobreviviendo. No incluimos a las grandes corporaciones de operación global que los efectos de la pandemia no les propiciaron ningún daño de gravedad.
Así que centrémonos en lo que han vivido esas muchas organizaciones que se han visto envueltas en una vorágine de situaciones inciertas y ambiguas que de momento les han hecho padecer, pero que al paso de los meses, se han descubierto con una enorme capacidad para resistir retos impensables hasta hace poco tiempo.
Y es que la pandemia ha descubierto fortalezas y valores que quizá desconocían al interior de esas muchas empresas que hoy podemos afirmar tienen una cultura resiliente, probablemente no de forma intencional pero totalmente real: muchas organizaciones se están percatando de esa hasta hoy desconocida capacidad de resistencia para seguir al pie de lucha.
Mis deseos para que esto se aproveche de manera permanente y que todo este esfuerzo de sobrevivencia, les permita descubrir el detalle fino de lo que los llevó a este encomiable punto y sea a partir de ahora, una forma intencional de colaborar, trabajar, decidir, cooperar, asumir…
Por: Mónica Huacuja