Gestión del cambio en tiempos de incertidumbre

Mientras más rápido podamos asumir que la nueva realidad demanda nuevas soluciones, mayores serán nuestras posibilidades de gestionar exitosamente el cambio en tiempos de incertidumbre. Una herramienta que resulta útil es abrir nuestras fronteras organizacionales y nutrirnos de la novedad.

 

Una de las premisas básicas de la Gestión del Cambio es la anticipación a lo que podrá suceder a futuro dentro del contexto de nuestra organización, ya sea para planear nuestra adaptación o generar ventaja competitiva, asumiendo que mientras mayores sean la claridad del futuro y el plazo de anticipación, mejores decisiones podremos tomar. ¿Quién se esperaba lo que nos ha pasado este año?, para la mayoría de las organizaciones el 2020 entró eliminando la posibilidad de la anticipación e invalidando las proyecciones que se habían planteado para este y los próximos años, sembrando una incertidumbre sin precedentes por la crisis sanitaria que estamos viviendo en todo el planeta.

 

En el contexto organizacional, podemos entender que la incertidumbre es la pérdida súbita de las referencias conocidas por la organización, es decir, el cambio repentino de las condiciones que le dan definición a la empresa. Cuando esto sucede, la capacidad de adaptación se ve disminuida disparando como respuesta común el miedo a subsistir o al menos a sobrevivir pero con severos daños. Cuando nos enfrentamos a tal incertidumbre, la respuesta emocional esperada es la de dirigir la mirada al pasado buscando referencias conocidas de lo que en su momento nos resultó exitoso o funcional. Al retomar la experiencia pasada podremos replicar aquello que sí es funcional en la crisis actual, pero también se corre el riesgo de intentar implementar prácticas en un contexto que ya no corresponde a esa vieja realidad.

 

Mientras más rápido podamos asumir que la nueva realidad demanda nuevas soluciones, mayores serán nuestras posibilidades de gestionar exitosamente el cambio en tiempos de incertidumbre. Una herramienta que resulta útil es abrir nuestras fronteras organizacionales y nutrirnos de la novedad. Esto significa que si comenzamos a sostener la mirada de la empresa más intensamente en el futuro que en el pasado inmediato, iremos descubriendo caminos para reinventarnos como organización. El trabajar en la definición de escenarios futuros, nos permite identificar aquellas operaciones que tenemos que soltar, dejarlas ir aunque nos hayan dado identidad en el pasado inmediato, para dar espacio a identificar aquello que sí está bajo nuestro control, focalizar nuestros recursos en implementar exitosamente el cambio diseñado y finalmente estabilizar el cambio.

 

Con esta pandemia hemos aprendido que los escenarios catastróficos forman parte de la realidad,  y en contraparte también podemos ver que los escenarios fascinantes también son viables si mantenemos una mirada abierta al entorno.

 

La pandemia abrió el camino para un crecimiento inesperado en muchas organizaciones. Algunas han crecido simplemente por estar en el lugar y momento adecuados, otras han crecido porque tuvieron la visión y capacidad de adaptarse de inmediato, pero muy pocas crecieron porque así lo habían planeado, porque en su planeación estratégica ya tenían considerados escenarios catastróficos. ¿Cómo se vería fortalecida tu organización si desde este momento capitalizan el aprendizaje y desarrollan planes para enfrentar exitosamente la próxima crisis mundial?

 

Víctor Huacuja

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