Es innegable que cada relación es un mundo, tan diversas en sus rasgos como en las personas que forman parte de ellas. Las hay más enriquecedoras y otras que lo son menos, pero si aprendemos a mejorar nuestra capacidad de empatía, abriremos las puertas a relaciones de mayor calidad.
Los lazos que conectan a una persona con otra son más fuertes cuanto más intenso sea el vínculo emocional que las sostenga. Por lo tanto, para mantenerlas es necesario cuidar de ellas, esforzarse para seguir cultivando experiencias positivas, confianza y complicidad.
Como hemos dicho, el secreto parece estar en ponernos en la piel del otro, en tratar de sentir lo que el otro experimenta e intentar observar el mundo desde su perspectiva para comprenderlo. En definitiva, se trata de mejorar la empatía, ese hilo invisible que nos une a otras personas. Veamos cómo hacerlo.
- Mejorar la empatía pensando en el otro
La empatía es el arte de ponernos en el lugar del otro. Una forma de cultivarla es, sencillamente, pensando en la otra persona, ya que así podremos conectar más fácilmente con ella.
Ahora bien, esto no quiere decir que simplemente lo recordemos, sino que nos planteemos qué pensaría, cómo actuaría o que diría la otra persona. Además también es importante considerar cuáles son sus límites, qué dificultades ha atravesado y qué metas persigue. De esta forma, iríamos más allá de nosotros mismos.
- Salir de nuestro mundo
Otro aspecto importante para mejorar la empatía es dejar de creer que somos el centro del universo; que no hay nada ni nadie más importante que nosotros. De este modo, será mucho más fácil conocer otros mundos, otras personas y otras perspectivas.
Abandonar ese egocentrismo nos permitirá ser más tolerantes y comprensivos. Si bien es cierto que algunos aspectos nos pueden incomodar, a veces es productivo el esfuerzo de ceder y darnos cuenta de que todos cometemos errores. Así será más sencillo relativizar la gravedad de aquello que nos incomodaba.
Escuchar de forma activa también contribuye a mejorar la empatía, ya que nos obliga a poner la atención en la otra persona y darle la importancia que se merece.
- Leer entre líneas
Leer entre líneas quiere decir ir más allá de las palabras de la otra persona. El cuerpo tiene su propio lenguaje, es inevitable. Por lo tanto, estar pendientes de su lenguaje corporal nos aportará información sobre cómo se encuentra.
A veces las personas no son capaces de contarnos con palabras lo que les sucede, pero podemos llegar a percibirlo si leemos entre líneas. De estar forma, contaremos con más recursos, además de los verbales, para descifrar el verdadero mensaje de aquello que nos dicen.
- Decir adiós a los prejuicios para mejorar la empatía
Solemos pensar que nuestra forma de pensar es la realidad, que somos poseedores de la verdad absoluta. El problema es que si no nos ponemos en duda, únicamente rechazaremos toda opinión diferente a nuestra visión de la realidad.
La cuestión es que no siempre estamos en lo cierto y a menudo nos dejamos atrapar por las suposiciones y los prejuicios. Si queremos ponernos en la piel del otro, debemos aprender a comprenderlo más que a juzgarlo.
En este sentido, antes de dejar que los prejuicios inunden nuestra visión de los demás, debemos mantener la calma y controlar nuestras opiniones sobre ellos.
La clave está en prestarles atención, en lugar de comenzar a crearnos nuestras propias historias sobre ellos. De esta forma, pondremos límites a ese mal hábito de crear prejuicios. Y, como consecuencia, nuestra opinión sobre la otra persona será más real.
- Tener cuidado sobre cómo nos comunicamos
La comunicación es muy importante para las relaciones. A través de ella, damos a entender al otro lo que pensamos y lo que sentimos. Por ello, prestar atención a qué decimos y cómo lo hacemos es fundamental.
De este modo, para mejorar la empatía, es importante disponer de un estilo de comunicación asertivo. Ahora bien, ¿cómo hacerlo? Las siguientes claves pueden ayudarnos.
- No juzgar.
- Practicar la responsabilidad emocional.
- Poner límites.
- Escuchar al otro.
- Identificar y expresar lo que sentimos y pensamos.
- Expresa de forma clara lo que queremos y esperamos.
- Evitar minimizar los problemas ajenos
Nuestra forma del ver el mundo no es la misma que los demás, cuestión que debemos tener muy presente si queremos ser más empáticos. Por ello, es muy probable que nos topemos con personas que se preocupan o afligen por problemas que nosotros creemos insignificantes.
En estos casos, lo idóneo es comprender al otro y no minimizar su malestar con frases como: “te estás preocupando por nada”, “no tienes por qué sentirte así” o “estás exagerando”. Pues, no hacen más que invalidar los sentimientos del otro y empeorar su malestar.
En su lugar, hazle saber que su reacción es completamente válida y que estás allí para apoyar en lo que se necesite. Muchas veces el otro solo necesita que lo escuchen y reconozcan sus sentimientos.
Como vemos, existen muchas formas de mejorar la empatía y conectar con los demás. Tan solo hay que estar dispuestos y ser conscientes de que tendremos que abandonar nuestra zona de confort. Porque solo descubriremos otros mundos cuando dejemos de dar vueltas de manera constante al nuestro.
Fuente:
https://lamenteesmaravillosa.com/5-estrategias-para-mejorar-la-empatia/
Autor: María Alejandra Castro Arbeláez
Diciembre 2021