El líder en la gestión de las emociones

Se dice que si no manejamos nuestras emociones, ellas nos van a manejar a nosotros, lo cual sería francamente desfavorable para quien desea incrementar y fortalecer sus recursos internos.

Los tiempos de crisis son propicios para que las emociones estén a flor de piel, y no siempre las que nos pueden llevar por el camino más llano, ya que la ansiedad, el enojo, la tristeza o el miedo, nos pueden jugar una mala pasada cuando experimentamos situaciones desconocidas y/o poco favorables.

 

Mi mapeo emocional

Uno de los principales aspectos en la gestión de las emociones, es estar consciente del propio cuadro emocional: ¿por qué experimento esta emoción? ¿qué situaciones me la disparan? ¿cuáles son los síntomas físicos/conductuales/mentales que conllevan esa emoción?

En la medida que tengamos mayor conocimiento de lo anterior, habremos dado el primer paso.

 

No juzgar

Teniendo “a la vista” el propio cuadro emocional, es importante no poner adjetivos ni satanizar ninguna de las respuestas emocionales. “Así soy, así experimento mis emociones, no está ni mal ni bien”.

 

Gestión emocional

Sin embargo, esta aceptación sin paradigmas, no condiciona la responsabilidad que tenemos sobre nuestras emociones. Es decir: el conocer mis emociones, su intensidad y las causas, es información que me debe llevar a la acción, a fin de asegurarme de tener el control sobre ellas. Así como uso el control remoto para ver una película o una serie, con las emociones es similar: tengo un catálogo grande de posibles respuestas emocionales, y soy yo quién decide con cuál puedo responder, así como su “volumen y brillantez de colores o contraste”.

 

Líder emocionalmente inteligente

Ante los múltiples cambios que en las organizaciones se están viviendo, los líderes tienen, por si fuera poco, también la responsabilidad de gestionar las emociones organizacionales. Y créanme que vale la pena. Es de mucha ayuda saber cuáles emociones se están experimentando: ¿estrés? ¿enojo? ¿incertidumbre? Recuerda que por que no se hable de algo, ese algo no deja de existir. Las emociones son lo que nos mueve… ¿hacia dónde quieres que se muevan tus colaboradores?

Las empresas que son abiertas a conocer, reconocer y hablar sobre las emociones grupales, tienen una ventaja muy importante para tener equipos integrados y fortalecidos.

 

Mónica Huacuja

 

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