Estamos por cumplir dos años del inicio forzado a lo que son hoy las empresas, tras reinventarse y superar retos inimaginables gracias a una pandemia que sacudió al mundo entero y la que hoy nos sigue demandando respuestas a cambios constantes.
Si bien las funciones y operación de la mayoría de las organizaciones están mucho más estables que a mediados del año 2020, lo cierto es que empresas de todos tamaños y giros siguen en procesos de adaptación al mundo del 2022.
Esta situación de no terminar de ver la salida definitiva a este estado de incertidumbre (y que probablemente nunca llegue), puede llevar a los colaboradores a adoptar posturas francamente desmotivadoras pues ven el futuro no precisamente a todo color. Quizá el ánimo de muchas empresas padece justamente esta patología organizacional: DALTONISMO:
Es cuando se tiene una visión en blanco y negro, con matices únicamente en gris; cuando falta esa óptica optimista de un futuro lleno de color. Es por ello que el tema de la motivación y una visión positiva y esperanzadora es muy importante, reconociendo todo lo bueno que se tiene dentro de la empresa, las características únicas de la cultura que sabemos son apreciadas por la mayoría de propios y extraños, los retos superados, los aprendizajes después de tiempos difíciles, el valor del equipo, las características que han sustentado las relaciones interáreas y entre individuos, las oportunidades de negocio que han descubierto, las fortalezas que no sabían que tenían… ¡y muchos más aspectos!
No se trata de adoptar una postura simplista de frases motivacionales sin pies ni cabeza, sino de asumir una postura de visión estratégica en que se aprovechan los retos para descubrir nuevos caminos para el negocio.
El rol de los líderes es indispensable en esta tarea de promover una visión positiva y constructiva, sabiendo que se tienen los elementos para continuar afrontando los retos por venir. Las emociones se contagian, y si un líder asume de manera consciente la importancia de que como equipo se tenga una visión llena de cosas buenas. Entonces podremos descubrir tal número de oportunidades, como combinaciones de los tres colores básicos.
Por: Mónica Huacuja