Sin algo que le dé cohesión, union y forma, la cultura y lo que la compone se desmorona. La piel es el órgano más grande del cuerpo y el que sostiene a todo lo que está al interior.
Que no les dé dermatitis…
Se diría que en unas organizaciones encuentras una visión compartida en las diversas áreas que la componen y en otras parece que te muevas en empresas distintas dependiendo de dónde estás. Es lo que se caracteriza a las organizaciones con culturas fuertes o débiles.
La cultura de empresa es un conjunto de valores que cohesionan al grupo y condicionan las prioridades y es, por tanto, una guía fundamental en la toma de decisiones de las personas en la organización.
Una cultura fuerte es aquella que es fundamentalmente coherente en todos los lugares de la organización y una débil es aquella en la que podemos encontrar “islas” de culturas distintas en la misma organización. Es una cultura “fragmentada“.
Y si algo parece crítico para una cultura fuerte es un liderazgo fuerte, claro.
Compruebo que en las organizaciones “ocurre lo que se tolera”: he estado en contacto con organizaciones donde les parecía imposible implantar determinada forma de trabajo mientras que en otras era la norma habitual. ¿Cuál era la diferencia? Que en la segunda a quien dirigía la organización no tenía dudas de lo que era o no aceptable.
En una cultura débil puede que los ejes centrales (misión, visión, valores) no estén bien definidos o aceptados por el equipo o, simplemente, no existan. O quizás no se corresponde la forma en que se trabaja y los valores que se propugnan generando frustración entre empleados o clientes.
Pero una cultura fuerte no garantiza el éxito. Hay culturas “fuertemente” faltas de ética tóxicas o que orientan “fuertemente” al desastre o que no supieron adaptarse al cambio (Lehman Brothers, Kodak, BlockBuster, ToysRus….). Aunque, a la vez, será difícil tener éxito a largo plazo sin una cultura fuerte.
Una cultura es fuerte cuando la MISIÓN y VISIÓN son muy claras y compartidas y tienen presencia CONSISTENTE en toda su estructura.
Me gusta la visión de Hofstede sobre las culturas que creo que se puede aplicar también a la empresa para caracterizar la cultura empresarial en los siguientes ejes:
- Individualismo-Colectivismo
- Jerárquico versus Consultivo
- Tolerancia a la incertidumbre ALTA-BAJA
- Masculinidad-Feminidad
- Orientación largo Plazo-Corto Plazo
- Pragmático-Normativo
Es esa capacidad de las culturas fuertes de alinear a las personas en una dirección la que las hace poderosas y eficaces. Seguramente sin una cultura fuerte es difícil que encuentres personas que se identifiquen con ella y que puedan tener ese plus que las hace sentirse “comprometidas”.
La ventaja de una cultura fuerte es que tiene más capacidad de crear equipos de alta productividad. Si la cultura de la empresa es consistente aparecerán las personas que se sientan cómodas en ese entorno y, a su vez, propagarán esa cultura haciéndola más fuerte.
Una cultura fuerte empieza por la VISIÓN Y MISIÓN, que permiten conectar al equipo con la organización y que permite enlazar con un sentido de propósito amplio, mucho más que los objetivos -generalmente pensados para el corto plazo.
La cultura organizativa tiene un papel fundamental en cómo se van a sentir las personas en su organización e impactará enormemente en sus posibilidades de motivación y satisfacción. Por esa razón, comprender y desarrollar la cultura organizacional es ampliamente aceptado como un factor de impacto en el desempeño de la organización.
Por: Por Joseph Hernández
Fuente: https://www.grandespymes.com.ar/2019/08/07/cultura-organizacional-fuerte-o-debil-como-afecta-a-la-empresa