No hace falta mucho para que experimentemos energía con cosas nuevas, ya sea un producto en el que estamos trabajando, una propuesta de libro o un proceso que necesita revitalización. Emocionados por las nuevas ideas brillantes y entusiasmados por movernos rápido, aprovechamos la oportunidad para pensar en grande e ir a lo grande. Reunimos a nuestros equipos y nos sumergimos en la acción, presentando solo los beneficios de nuestra creación y creando un plan para cumplir su promesa. Nuestro objetivo es deslumbrar y persuadir a la vez que nos cegamos a nosotros mismos y a los demás ante posibles inconvenientes.
Pero al hacerlo, podemos ignorar los peligros de la perspectiva limitada. Así que, si quieres que las mejores ideas prosperen, en lugar de languidecer en los confines de tu propia cabeza, abre tu mente a diferentes perspectivas, de personas más allá de tu equipo, con las que no sueles hablar. Plantéales preguntas abiertas para aclarar su forma de pensar. Las siguientes preguntas pueden ayudarte a ampliar tus horizontes.
¿Qué es lo que te llama la atención?
Cuando presentamos ideas o proponemos un camino a seguir, la mayor parte de nuestro trabajo precede a la conversación a medida que preparamos nuestra propuesta. Después de hablar, la idea recae en el colectivo. En lugar de guiar la conversación de cerca, descubre lo que los demás ya han asimilado haciendo esta pregunta. Es posible que tu audiencia haya recogido sus hilos principales o que subrayen un ángulo completamente diferente. Una ventaja adicional de hacer esta pregunta son los comentarios sobre tu comunicación. Quizás nadie mencione el único elemento que realmente querías destacar. Al solicitar sinceramente las impresiones de tus oyentes, los invitas a realizar el viaje contigo. Cuando nuestras ideas incorporan las ideas de otros, tienen más posibilidades de lograr el objetivo.
¿Qué falta?
Podemos pensar que hemos examinado un problema desde todos los ángulos y hemos cubierto todas las eventualidades. Pero es probable que las personas con diferentes antecedentes o áreas de especialización noten diferentes lagunas. Al preguntar qué falta, señalamos apertura a los comentarios y disposición a ceder el control. Detectamos los errores con suficiente antelación al producto final o incluso obtenemos una ventaja significativa en el mercado.
¿Qué dirían nuestros críticos?
A pesar de nuestros mejores esfuerzos, es posible que los colegas duden en criticar honestamente nuestro trabajo. Eliminar la narrativa personal en primera persona libera a todos para hablar de forma más objetiva y recibir críticas constructivas de manera más abierta.
¿Qué revelaría nuestra autopsia?
El psicólogo investigador y experto en toma de decisiones Gary Klein recomienda la conducta del equipo premortem donde se proyectan con un año de antelación e imaginan que su proyecto fracasa. Los equipos escriben la historia de cómo fracasó ese proyecto. Es natural que se entusiasme con nuestras ideas. Pero hacer una pausa para pintar un cuadro vívido de lo que podría salir mal puede muy bien evitar ese camino.
¿Qué diría alguien en primera línea que no tenga nuestro contexto?
Como expertos en un campo o como altos directivos, suponemos que los demás entienden lo que hacemos y han creído porqué elegimos un camino determinado. En consecuencia, acortamos nuestra comunicación. Lanzamos nuevas iniciativas con una fanfarria de poner los ojos en blanco de aquellos en primera línea que no han pasado meses inmersos en estas ideas. Comprobar nuestras suposiciones e ideas, especialmente con los que se verán afectados, nos hace ver la realidad de que el camino a seguir no solo se basa en la experiencia, sino que también se basa en la experiencia que crea para los demás.
¿Cómo celebrarían nuestros competidores si tuviéramos éxito?
A menudo nos metemos en la política interna, trabajando duro para presionar por nuestros puestos con los superiores y ganarnos el favor de los favoritos. Mirar más allá de nuestras cámaras de eco organizativas internas y ver cómo piensan nuestros competidores puede ampliar nuestra perspectiva. No te limites a preguntar cómo celebraría la competencia tus fracasos, sino cómo podrían celebrar lo que tú percibes como éxito. En lugar de idear cómo podríamos vencer a nuestros competidores, podemos simularlo imaginando cómo criticarían nuestro mejor trabajo.
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Las ideas aborrecen el aislamiento. El público al que van dirigidas nuestras ideas rara vez somos solo nosotros. El proceso con el que damos vida a nuestras ideas requiere escuchar desde muchas perspectivas diferentes para darles forma, brillo y vida útil.
Por: Sabina Nawaz
Mayo 2022
Fuente:
https://hbr.org/2022/05/think-you-have-a-great-idea-ask-these-6-questions-to-gain-perspective