Les compartimos un extracto de una entrevista que se le hizo a Vivienne Ming, neurocientífica reconocida como una de las expertas en IA más reconocidas. Esta charla, versa sobre el tema de la humanidad aumentada.
–¿Seremos realmente capaces de desarrollar súper poderes?
–Para mí la noción de construir un súper poder es algo más aterrizado de lo que se podría esperar. Es tener la capacidad de hacer algo que nadie más ha hecho. Por ejemplo, construimos un sistema que permite a los niños autistas leer las expresiones faciales e identificarlas. Para el resto de nosotros eso no es un súper poder. Así que si transformas una vida humana, le estás dando un súper poder.
Vivienne pertenece al consejo de administración de siete empresas de neurotecnología, que diseñan sistemas de IA para mejorar la vida de gente con autismo, Alzheimer y neuropatías, y con este trabajo, ha presenciado logros asombrosos. Pero no se llama a engaño: advierte que hay posibles externalidades negativas. El caso de un niño que, gracias a la Inteligencia Artificial recuperó la memoria después de un daño cerebral, quizá dé pie para que el padre de otro niño utilice ese sistema para que su hijo pase un examen.
Cuestionada sobre uno de los temas más candentes en la actualidad, que es la preocupación por la privacidad, propone una serie de puntos para encaminar este debate. Y lo hace sin caer en el simplismo de demonizar a empresas como Google o Facebook. Difícilmente podría caer en ello quien vive en carne propia las ventajas de que la IA se alimente de la mayor cantidad de datos posibles, para generar cambios positivos, como se ha visto, por poner solo un ejemplo, en el manejo de la pandemia en los países asiáticos, que con sistemas de IA pudieron controlarla (Corea del Sur: 507 muertos; Japón: 1943).
–Es una gran cuestión. En la actualidad, no más de 12 compañías, y dos países, controlan toda la Inteligencia Artificial que tiene una aplicación significativa, y las empresas o instituciones que van a trabajar en el futuro con IA seguramente utilizarán la infraestructura de esas pocas empresas.
Vivienne Ming concluye: “En verdad hay un mejor mundo, solo que llevará mucho trabajo llegar a él. ¿Vamos a construir más máquinas para que sustituyan a los humanos o vamos a construirlas para hacer mejor a las personas? Esa no es una cuestión de tecnología, es una cuestión de políticas públicas. La Inteligencia Artificial no es la fuente de las soluciones, pero sí puede ayudar a que las soluciones sean más universales”.
Fuente:
José Manuel Valiñas
23 noviembre 2020
https://www.eleconomista.com.mx/opinion/Como-transformara-nuestras-vidas-la-Inteligencia-Artificial-20201123-0057.html