Probablemente sepa que para tener éxito en su puesto, tiene que alinearse con las prioridades de su jefe. En un mundo ideal, todos los líderes tendrían claras sus expectativas y serían proactivos a la hora de compartir lo que piensan. Pero en realidad, la mayoría de los jefes pueden ser frustrantemente vagos. Podrían dar una explicación confusa que lo deje más confundido que cuando empezó. O tal vez le digan que «siga haciendo lo que está haciendo» o te despachan bruscamente mientras se apresuran a su próximo compromiso.
Es probable que su jefe no esté intentando ser difícil. Muchos directivos reciben instrucciones poco claras de sus propios líderes. Algunos nunca han aprendido a articular una visión o a traducir los objetivos generales en directrices del día a día. Otros se sienten abrumados y simplemente no tienen tiempo de pensar estratégicamente en lo que realmente necesitan de su equipo.
Aprender a meterse en la cabeza de su jefe puede parecer un trabajo emocional adicional, pero en realidad le da el control de su satisfacción profesional. Cuando puede decodificar sus necesidades, puede priorizar trabajo promocionable y posicionarse como un socio estratégico para quienes están por encima de usted.
Obtener esta información requiere hacer preguntas más inteligentes, que ayuden a su jefe a hablar abiertamente sobre sus desafíos y necesidades más profundas. Aquí hay siete que puede probar:
- ¿De qué objetivos habla con su jefe?
Esta pregunta revela qué es lo que afecta a las evaluaciones de desempeño, las bonificaciones y la trayectoria profesional de su jefe. ¿Qué métricas mencionan primero? ¿Alguno difiere de lo que normalmente rastrea? Observe si se sumergen en un cálculo específico o se entusiasman con ciertas cifras. Puede utilizar esta información para presentar su trabajo de maneras que importen a los altos directivos, convirtiéndolo en recursos más fáciles de conseguir y en un reconocimiento para su equipo.
- ¿Qué es lo que lo mantiene despierto por la noche cuando piensa en nuestro equipo o en nuestros proyectos?
A diferencia de preguntar sobre desafíos generales, lo que suele generar una respuesta prefabricada, hacer esta pregunta tiende a obtener una respuesta más sincera. Fomenta la vulnerabilidad de una manera que genera confianza y crea una oportunidad para ayudar a resolver los problemas. Puede señalar los riesgos antes, sugerir mejoras en los procesos o quitarles el trabajo en las zonas estresantes y convertirlo en un asesor de confianza que les ayude a dormir mejor por la noche.
- ¿Qué acciones o cambios le permitirían mirar hacia atrás dentro de 90 días y decir: «Vaya, eso realmente marcó la diferencia?»
El plazo es clave. Noventa días son suficientes para lograr algo significativo, pero lo suficientemente cortos como para que parezca tangible y específico. Si su jefe da una respuesta vaga, como «perfeccione nuestra estrategia», pregunte: «¿Qué cambio podríamos hacer en nuestra hoja de ruta que tendría el mayor impacto antes del final del trimestre?» Si aún no están claros, ofrezca un binario: «¿Le impresionaría más si duplicáramos nuestros clientes empresariales o aumentáramos los ingresos por cliente un 40%?».
- ¿En qué le gustaría tener más tiempo para trabajar?
Esta pregunta descubre lo que le importa a su jefe, pero las tareas urgentes la siguen dejando de lado. Tal vez les gustaría tener más tiempo para crear documentación, establecer relaciones con otro equipo o analizar los comentarios de los clientes.
Intente encontrar una forma en la que todos ganen, una forma en la que su jefe pueda recuperar tiempo mientras usted tiene una oportunidad de crecer. Puede sugerir: «Sé que quiere centrarse en planificar la conferencia del año que viene. ¿Por qué no organizo las reuniones de nuestro equipo durante las próximas semanas para ayudarlo a crear espacio para hacerlo?» o «Me encantaría trabajar más estrechamente con la junta. Podría preparar las actualizaciones de nuestro departamento para que pueda trabajar con el presupuesto que han pedido».
- ¿Cómo se ve un buen desempeño? ¿Y un desempeño excelente?
Deje que su jefe exponga las expectativas de un “buen” desempeño sin interrumpir. Luego, haga una pausa y diga: “Gracias. Eso es útil. Ahora dígame, ¿cómo sería un desempeño excelente?”. Esa pausa y ese énfasis suelen llevar a una discusión sobre cómo superar las expectativas y revelan lo que realmente importa más allá de las habilidades técnicas. Su jefe podría empezar a hablar de cómo los grandes artistas navegan por la política de la oficina o explican temas complejos a los no expertos.
- ¿Qué tendencias emergentes debemos tener en cuenta y aprovechar potencialmente?
Su jefe tiene conversaciones que usted no conoce sobre los turnos internos, los cambios en el sector y las preocupaciones de los ejecutivos. Se reúnen a puerta cerrada, ven las proyecciones financieras con antelación y escuchan las amenazas del mercado meses antes de que salgan a la bolsa. Su respuesta le da un adelanto de lo que podría moldear su motivación y sus elecciones en las próximas semanas y meses. Cuando se produzcan los cambios, comprenderá por qué y estará preparado para adaptarse.
- ¿Puede ayudarme a entender cómo [proyecto o tarea] se compara con otras tareas que tengo pendientes?
Esta pregunta le dice mucho sobre el proceso de toma de decisiones de su jefe, incluida la razón por la que ciertas prioridades pasan a un segundo plano. Cuando se necesite establecer límites, puede devolverles su propia lógica. En lugar de decir simplemente: «Estoy al máximo de mi capacidad», puede decir: «Ha mencionado que el lanzamiento del producto debe ser nuestro principal objetivo, lo que significa que tendré que despriorizar [la nueva solicitud] para prestarle la atención que se merece». Además, está haciendo que conozcan su ancho de banda sin que suene como si se quejara.
Preste atención también a lo que su jefe no diga. Observe los temas que le entusiasman, duda en hablar y cuando cambia de tono. La observación es a menudo tan importante como la investigación.
Por: Melody Wilding
Febrero, 2025
Fuente:
https://hbr.org/2025/02/7-questions-to-decode-your-managers-priorities