Dudo que haya alguna empresa que no reconozca la adaptabilidad como un obligado en sus principios, valores, cultura o filosofía. Y es que toda empresa de este siglo, sabe que la vorágine de nuevas soluciones, inventos, innoaciones, nuevos consumidores con sus respectivos paradigmas y criterios, etcétera, todo ello obliga a que se reconozca la necesidad de adaptarse a las exigencias del mercado y de la competencia cada vez mayor y de avanzada.
Pero seamos realistas: el tema de la adaptación al cambio, está muy presente en los escritos institucionales, pero cuando revisamos el día a día, la cultura de aquí y ahora, así como las actitudes y respuestas ante una crisis que nos demanda con urgencia adaptarnos a algo nuevo y diferente, por parte de quienes integran la organización, ahí es otra cosa.
Sucede que estamos convencidos racionalmente hablando, sabemos que todos los análisis y voces de expertos nos dictan el aceptar los cambios y adaptarnos a ellos, pero cuando estamos frente a un momento crítico que lo demanda, ahí nuestra parte menos analítica, nos hace sentir un nudo en el estómago y experimentar algunas emociones que internamente nos traicionan ese supuesto convencimiento mental de que “ese” es el camino.
Así las cosas, para incrementar la capacidad de adaptación de nuestros colaboradores (y de los mismos líderes), valdría la pena dirigir algunos esfuerzos para revisar lo que está diciendo que no: las emociones. Y no me refiero a todo el espectro emocional del que estamos dotados sino a aquellas específicas que en lo individual, entre los equipos y toda la organización, nos impiden pasar del dicho al hecho.
Valdría la pena considerar los siguientes pasos para que la adaptabilidad sea una realidad con la solidez y fuerza con que la necesitan en tu empresa:
LÍDERES
- Asegurar que haya foros en que los colaboradores puedan desahogarse en cuanto a cómo se sienten respecto a una situación particular que les pide adaptación.
- No enjuiciar, calificar ni vetar ningúna expresión de la catarsis comentada en el punto anterior.
- Ser empático en cuanto al nivel de estrés o ansiedad que pueda percibir.
- Practicar la escucha activa.
SISTEMAS DE TRABAJO
- Contar con procesos ágiles.
- Descentralizar la toma de decisiones.
- Incrementar la capacidad resolutiva de los colaboradores.
- Asegurar que todos conocen el propósito de la sitaución a la que se tienen que adaptar.
- Identificar y dar a conocer el sentido de trascendencia que la circunstancia cambiante representa en lo personal y como grupo.
Por: Mónica Huacuja